El parque es, tras Corcovado, uno de los mejores sitios donde disfrutar de la naturaleza y entrar en contacto con los animales que lo habitan.
Se trata de un área silvestre protegida en Costa Rica que está situado en la Costa Pacífica, en la provincia de Puntarenas, a unos 7 km de Quepos, la ciudad que recibe su nombre por haber sido una región poblada por los indígenas (los que recibían el nombre de Quepos).
El Parque Nacional Manuel Antonio es una pequeña isla biológica y uno de los más bellos del país, además de ser uno de los que más turistas recibe.
El clima de Manuel Antonio es húmedo tropical, lo que provoca una vegetación muy densa y verdosa. La estación seca coincide con los meses de enero a marzo y la lluviosa, de abril a diciembre.
Precio de la entrada al Parque Manuel Antonio
El precio de la entrada son 16 dólares para extranjeros, pero si tenéis la suerte de ir acompañados de algún local, es muy posible que podáis entrar con la tarifa mínima.
En la entrada seguramente os revisarán la mochila o os avisarán de que no podéis dar de comer a los monos y otros animales, algo muy importante para no alterar la vida de estos mamíferos.
Si lleváis comida, os recomiendo que la escondáis y la cerréis en la mochila. Parece que no, pero los mapaches y monos aprovechan cualquier oportunidad para acercarse y quitarte cualquier cosa que ellos consideren apetitoso.
El parque tiene una gran riqueza, con unas 352 especies de aves registradas, 109 especies de mamíferos, variada fauna marina y 346 especies vegetales.
Durante la época lluviosa, la abundancia de agua y de comida en la parte interna del parque, permite a los animales estar más activos y sustentarse en mejor forma.
Lo que más vi en mi visita al parque Manuel Antonio fueron iguanas que se acercaban a tu toalla si tenías comida en la mochila, al igual que los mapaches y los monos.
También puede verse con facilidad animales como el pizote, el perezoso de dos dedos o monos carablanca o tití.
Esta playa es ideal para bañarse, ya que no hay corrientes peligrosas al encontrarse en una zona de bahía, entre el límite norte del Parque y Punta Catedral.
Esta playa se encuentra entre acantilados, por lo que os podéis imaginar la belleza que tiene. Su acceso depende un poco de las mareas (en la entrada hay una caseta blanca con una tabla de mareas), si tenéis suerte y es accesible, no os la podéis perder. Es un lugar bastante concurrido, ya que tiene la peculiaridad que cuando sube la marea, el agua sale por un hoyo entre las rocas a gran velocidad, lo que llaman “Hoyo Soplador”.
Esta playa es la más famosa del parque por su belleza y es conocida como Tres o playa Blanca. En esta playa se puede practicar buceo muy bien y apreciar gran cantidad de fauna marina y corales preciosos.
Si te vas a la parte derecha, podrás ver lo que se conoce como “La Trampa”, lo que se dice que los indígenas utilizaban para cazar tortugas y peces.
Esta parte fue una isla, pero debido a la cantidad de sedimentos acumulados, se acabó uniendo y puede verse un camino arenoso llamada Tómbolo.
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