Svartifoss es una una preciosa cascada negra con forma de órgano que se encuentra en el sureste de Islandia y que ha sido protagonista de infinidad de postales.
Las columnas de basalto negras y geométricas que la forman resultan un espectáculo para la vista. Estas columnas son de origen volcánico y su curiosa forma se debe a la cristalización repentina del magma caliente al ponerse en contacto con las bajas temperaturas del exterior.
Tanto si solo vas a ir a visitar el sur del país unos días, como si tu viaje a Islandia tiene como objetivo rodear todo el país con vehículo propio, Svartifoss es una parada obligatoria por si belleza, su forma y su peculiar color negro.
Cómo llegar a Svartiffos
Como se puede ver este mapa con la ubicación exacta de Svartifoss, llegar hasta ella resulta muy fácil con vehículo propio siguiendo la carretera 1 (la famosa Ring Road de Islandia que rodea todo el país).
La cascada se encuentra dentro del parque Nacional de Skaftafell, un poco antes de llegar a Hof, donde hay un pequeño desvío que hay que tomar para llegar. Está muy bien señalizado.
El parque cuenta con varios parkings y un camping donde acampar y pasar la noche. Todo se paga en unos máquinas de auto servicio que gracias a las cámaras que hay en la entrada, registran cada matrícula y te cobran diferentes tarifas en función del tipo de vehículo que lleves (caravana, coche…).
Una vez llegas al centro de visitantes del Parque Nacional de Skaftafell, hay aproximadamente 1,8 km a la cascada Svartifoss por un sendero nada difícil.
Dentro del parque puedes disfrutar de variadas rutas de senderismo (resbaladizas y con bastante fango en primavera- invierno) que conducen a las columnas de basalto de la cascada Svartifoss, pero también a la preciosa cara del glaciar Skaftafellsjökull, donde se pueden contemplar los coches y crujidos del hielo:
